Agencia de Deportes | La mayor estafa al deporte argentino

Agencia de Deportes | La mayor estafa al deporte argentino

El decreto presidencial 92/2019 está firmado por el presidente Mauricio Macri. Certificado de defunción a la centenaria organización del deporte argentino

Por: Carlos Aira (*)

La Secretaría de Deportes de la Nación se convertirá en la Agencia Nacional de Deporte. El decreto permite a la Agencia vender activos. Algo que no podía hacer la secretaría de Deportes. Triunfo de la política oficial: Cultura Podio por un lado; rezonificación inmobiliaria para grandes negociados. Lo que enseñó los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992: multinacionales detrás de un puñado de atletas, mientras el estado facilita negocios inmobiliarios.  Para ello son necesarios medios de comunicación cómplices.

El 30 de enero de 2019 será un día inolvidable. La grieta del deporte argentino quedó explícita: estado integrador o negocios. Con la firma del escriba oficial Sebastian Fest – el mismo que justificó el fin de Fútbol para Todos con la excusa que sus amigos europeos verían transmisiones argentinas de primer mundo – publicó en Infobae una nota titulada “La Secretaría de Deportes deja de existir para anular el poder palalelo kirchnerista“. Aduce el supuesto poder del ENADED (Ente Nacional del Deporte). Creado al calor de una discusión que recorrió ambas cámaras y poco tenía que ver con el Deporte de Alto Rendimiento y sí con el rol integrador del Estado, el deporte y la sociedad. El ENADED planteó la Asignación Universal por Hijo al Deporte; la misma financiaba familias y clubes de barrio. Se financiaba con un impuesto a las bebidas gaseosas, alcoholicas y el tabaco. El lobby contra la creación del ENADED funcionó sin distinción de banderas políticas. La ley fue aprobada el 25 de octubre de 2015, día después del triunfo de Mauricio Macri en el ballotage presidencial. La ley nunca fue reglamentada por el gobierno macrista.

Vale decir que al gobierno liberal-oligárquico jamás le interesó política deportiva integradora. Tanto que año tras año, la secretaría de Deportes fue desfinanciada. Para completar un cuadro deprimente, Carlos Javier Mac Allister – desconocedor absoluto del deporte – jamás pudo explicar que políticas realizó al frente de la secretaría. El verdadero hombre fuerte del deporte argentino es  Gerardo Werthein, titular del Comité Olímpico Argentino y el ENARD Gerardo Werthein es el titular del Comité Olímpico Argentino y del ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo), creado en 2009 al calor de las políticas deportivas del gobierno kirchnerista. Su rol fue financiar atletas de alto rendimiento. Se logró a través de un debatido – y muy controversial – impuesto a la telefonía celular. El ENARD es un ente autárquico mixto entre Estado y Comité Olímpico Argentino.

El poder económico del Grupo Werthein es inmenso. Sus inversiones son diversas: dueños de gran parte del paquete accionario de Telecom ArgentinaExperta ART,  Negocios en el mundo de la Energía y Petroleo. Hasta 2015, dueños de La Caja. En los últimos años, el Grupo Werthein fue partícipe en el desarrollo inmobiliario de más de trescientos mil metros cuadrados en las zonas más caras de la ciudad de Buenos Aires y San Fernando.

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En 2018, Werthein avanzó definitivamente. Lo hizo junto a dos socios vitales en éste contubernio: Horacio Rodríguez Larreta y el último secretario de Deportes, Diógenes de Urquiza. El punto de inflexión fueron los Juegos Olímpicos de la Juventud. Presentado como un notable éxito organizativo y deportivo, la realidad es otra. El periodista Ernesto Rodríguez, profundo conocedor del deporte olímpico argentino, expresó en Radio Gráfica:

“Los Juegos Olímpicos fueron una gran excusa para brindarle un terrible negocio inmobiliario a la patria contratista. Estos Juegos tendrían que haber costado 1.040 millones de pesos y la cifra erogada superó los dieciséis mil millones. Todo esto sin que nadie brinde números exactos. En conferencia de prensa conjunta, ni Horacio Rodríguez Larreta ni Gerardo Werthein pudieron explicar un desfasaje tan grande de dinero. Esto es un escándalo que no tuvo mayor envergadura por el inmenso blindaje mediático”. 

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Negocio inmobiliario y deporte. Mientras se construyó un Polo Olímpico de escasa utilidad en tierras de 300 dólares el metro cuadrado, los desarrolladores inmobiliarios ligados intimamente al gobierno – incluído el Grupo Werthein – desean el corredor verde de Núñez. ¿De qué trata? Cincuenta hectáreas vírgenes al servicio del negocio inmobiliario: seis del Club Tiro Federal; dos de Club Comercio; veinte del CENARD e Instituto Romero Brest. El resto, todas del Club Atlético River Plate. Su valor comercial, aproximadamente, cuatro mil millones de dólares.

Tiro Federal ya perdió parte de sus tierras. Las mismas estaban en comodato estatal hacía casi un siglo, cuando Núñez era un bañado. En 2015 el gobierno porteño avanzó sobre la esquina de Libertador y Udaondo. Rodriguez Larreta declaró que allí se construiría un polo tecnológico. La verdad fue otra: el 18 de noviembre pasado las dos manzanas fueron subastadas y obtenidas por el fideicomiso financiero Buenos Aires Landmark, propiedad del Grupo Werthein. La transacción se realizó en 151 millones de dólares, pagaderos en dos años al valor del dólar del día que cerró la subasta. Ya nadie piensa en polo tecnológico alguno. Si avanza un proyecto de zonificación, se construirán torres de lujo de treinta a cincuenta metros de altura. La inversión estará saldada con creces.

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Otro tema sensible fue el posible traslado del Club Atlético River Plate. Semanas atrás, Rodolfo D´Onofrió visibilizó su intención de mudar el mítico estadio Monumental. El presidente de River Plate se habría reunido con el presidente Mauricio Macri en dos oportunidades pidiendo que el estado venda una parcela de tierra junto al Río de la Plata, a seiscientos metros del actual emplazamiento, donde tiene la idea de construir un nuevo estadio. En diálogo con Abrí la Cancha, el histórico dirigente Daniel Kiper explicó una posición que es mayoritaria en el Mundo River:

“Nos están quitando la zona verde desde General Paz hasta GEBA. Una zona dedicada al deporte y está desapareciendo como espacio deportivo. Por ejemplo, de Tiro Federal tan sólo queda el casco histórico. El Cenard buscan mudarlo. Y ahora la historia es River Plate”

Agregó: “El terreno donde se desea construir un estadio es de difícil acceso, tanto que no se sabe como llegar. Algunos dicen que se hace detrás de un supermercado ubicado en Vicente López, otros, en una rotonda a la salida del puente Labruna. Una zona complicada para participar de actividades sociales y culturalesAllí Es imposible construir un estadio similar. Se hará uno más chico, sin actividades, en forma rectangular. Por eso elevamos un pedido de informe a la Comisión Directiva. El mundo River desconoce el proyecto trabajado por la Comisión Directiva. Hacer un nuevo estadio no generará las comodidades y espacios deportivos que hoy tenemos. River es grande porque el estadio Monumental incorporó docenas de gimnasios, un colegio y una universidad”. 

Finalmente, el histórico dirigente riverplatense se explayó sobre las diferencias entre la situación de Tiro Federal y River Plate: “Tiro Federal tenía un comodato con la Ciudad de Buenos Aires. River es propietario de un terreno altamente cotizado y de fácil acceso. Siendo propietarios no estamos obligados a vender el estadio. River sacrificó los terrenos en la calle Hipólito Yrigoyen cuando se incendió el Mercado del Plata. Estamos obligados a defender nuestra casa. Podemos encarar mejoras y reconstrucciones parciales al estadio. Tribuna por tribuna en etapas. No entendemos la necesidad de vocación de vender el terreno, adquirir uno de difícil acceso y con una lucha contra el río. Por eso pedimos explicaciones”

Podríamos aportar un dato clave: Rodolfo D´Onofrio fue vicepresidente del Grupo Werthein; a su vez presidió La Caja ART.

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Para continuar con éstos negocios, los desarrolladores inmobiliarios necesitan imperiosamente los terrenos del CENARD y el Instituto Romero Brest. Ambos no pueden ser transferidos directamente. Su venta debía pasar por la legislatura porteña y el sondeo de votos daba negativo.

Apenas finalizados los Juegos Olímpicos de la Juventud, Mac Allister dejó su lugar a Diógenes de Urquiza. Hombre del deporte, íntimamente ligado a Werthein. Tanto que Signia, su marca textil, viste a los atletas olímpicos argentinos. En diálogo con Abrí la Cancha, Víctor Lupo, emblemático dirigente del Movimiento Social del Deporte, calificó de “depredadores de la infraestructura del deporte argentino” al gobierno nacional y la secretaría de Deportes de la Nación. También desnudó el cambio de figuritas al frente de la secretaría:

Han puesto un CEO, un gerente al frente de la secretaría de Deportes. Ese gerente viene a cumplir lo que pidió el FMI: un ajuste con todas las letras. Para realizar ese ajuste tienen que achicar la estructura del deporte. Por eso Diógenes de Urquiza, nuevo secretario de Deportes, le dice a los deportistas que vayan a trabajar y no pedirle al estado. Recordemos que de Urquiza es parte del ENARD. Mano derecha de Gerardo Werthein y Daniel Jacubovich. Diógenes de Urquiza es otro que está de los dos lados del mostrador”. 

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En esos días, bajo el calor mediático de un éxito seguro en unos Juegos de tercera categoría, Werthein reconoció haber consensuado con los gobiernos nacional y porteño, el traslado del CENARD hacia el Polo Olímpico de Lugano. Muchas voces se opusieron a lo que parecía resuelto y cerrado. La comunidad deportiva se negó a la mudanza del CENARD y el Romero Brest. No sólo porque el deporte argentino no tiene estructura de sobra, sino por un dato vital: no están dadas las condiciones para la mudanza. Así lo confirmó Ernesto Rodríguez a Radio Gráfica:

“Solo funciona la pileta porque se realizó un Sudamericano Master porque se cobró 80 dólares a cada participante. El resto de los estadios hoy son galpones abandonados. Las tribunas eran desarmables, la trajo una empresa brasileña y ya se los llevó. El piso comenzó a hundirse porque crecieron las napas. El estadio de Gimnasia que es una maravilla, comenzó a hundirse. También hay merodeadores nocturnos y comenzaron a faltar bombitas e inodoros. La mayor peligrosidad es que haya una toma – no de la Villa Olímpica – pero si se tomen los pabellones que hoy son sólo galpones”

Pero la mudanza estaba en marcha. Así se lo hizo saber Diego Santilli a Mercedes Semhan, vicedirectora del Instituto Romero Brest.  Fundado en 1906. Ubicado en el barrio de Núñez, sobre la calle Miguel Sánchez – donde estuvo ubicado el Club YPF – allí se forman más de dos mil profesores de educación física en una estructura que posee aulas, bibliotecas, laboratorios y canchas de diversos deportes. En Radio Gráfica entrevistamos a Semhan quién confirmó que el vicejefe de gobierno porteño la coaccionó para dejar las tierras de Núñez y mudar el instituto a Lugano: 

“El año pasado nos encontramos con un comunicado de Diego Santilli en la plataforma Change.org expresando los beneficios de pasar el Cenard al Parque Roca. Como quien no quiere la cosa, también el Instituto Romero Brest. Fue como si hubieran tirado una bomba dentro de la Institución. Luego del abrazo al Instituto y la movilización de los alumnos, conseguimos ser recibidos por Santilli. En esa reunión, nos expresó que no nos iban a imponer nada, sólo sugería una idea superadora y si no sabíamos aprovechar la oportunidad, careceríamos de presupuesto para finalizar las obras de la pileta la pista de atletismo. Nos están invitando a ir a un lugar donde no hay nada, sólo ladrillos. Santilli nos dijo que esas tierras valen mucho y podrían hacer algo mejor“, explicó Mercedes Sehman a Radio Gráfica, quién aclaró: “Es muy triste defender la educación desde ese lugar diferente al que tenemos en nuestro rol de conducción o alumnos”. 

La estrategia se complementa con la posición de la ministra de Educación porteña Soledad Acuña, quién planteó que la mudanza era un hecho consumado: “Antes de la reunión con Santilli, nos reunimos con ella y la subsecretaria de Planeamiento. Nos decían que no se discutía, que era así. Jamás hablamos de cuestiones pedagógicas. Nos dicen que quieren tener el mejor Instituto de Latinoamérica, cuando nosotros, que somos quienes realmente sabemos, creemos que sólo falta el natatorio y la pista”.

En los primeros días de éste 2019, el propio Diógenes de Urquiza debió confesar a los atletas la realidad: una mudanza del Cenard al Polo Olímpico tardaría, cuanto menos, tres años. El DNU da cuenta de la necesidad – urgente – de entregar la construcción del deporte federado antes de las elecciones de octubre próximo. La excusa tiene que ver con el financiamiento del deporte. El estado tenía en el ENADED un ejemplo a seguir.

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Para el periodista Osvaldo Jara, la emulación del modelo español de negocios, es el ejemplo que tiene entrecejas el macrismo:

“Cuando Carlos Mc Allister asumió como secretario de Deportes dijo que estudió el modelo Español. Una regla de oro de ese modelo es que el estado no debe financiar el deporte. El deporte de las bases, que practica el cotidiano de la gente, en los clubes de barrio, las instituciones, no debe ser una política de estado. Es un modelo preparado para eso. Cuando de Urquiza dijo que el Estado no debe darle al deportista, una expresión muy conceptual. Es el fondo ideológico: el deporte no puede ser una cuestión de fomento cultural. Al deporte liberal, a la Cultura Podio no le interese la inserción del deporte en los barrios. Todo lo contrario. Cuando planteó sus primeros lineamientos dijo que revería la cuestión de las becas y apostaría a los deportistas con mayores posibilidades en las medallas. En eso consiste el modelo de la Cultura Podio: becar a ciertos deportistas, muy pocos, que tengan posibilidades de medallas. La imagen del deporte para este paradigma son las medallas, que son un objetivo en si. No importa si hay sedentarismo y obesidad”

El mapa del deporte argentino es complejo. Tiene su punto de partida en los clubes. Estos ocuparon el rol ausente del estado durante muchísimos años. Con los años, el estado se hizo presente. Sobre todo en el período 1946-1973, donde podríamos señalar un avance sensible del estado organizador del deporte argentino. Nuestros clubes centenarios generaron una inmensa cultura deportiva, con la participación plena de miles de atletas amateurs y federados. Este modelo le permitió al deporte argentino gozar de notables éxitos deportivos. No sólo en deportes colectivos, sino también individuales. Sus puntos más altos fueron los Juegos Panamericanos de 1951 y 1995. En ambos casos, el estado llevó adelante políticas de alto impacto.

Para Jara, la única salida del deporte argentino es la renuncia de Gerardo Werthein: Es insostenible lo que están haciendo. Podriamos sumar a este negociado con el deporte argentino a los desarrolladores inmobiliarios y a Rodolfo D´Onofrio, presidente de River Plate, quién pretende llevar su club a terrenos inhóspitos: “para permitir un gran negocio al gobierno de la Ciudad y al mercado inmobiliario. La Agencia de Deportes será manejada por Diógenes de Urquiza, quién participa del ENARD que preside su socio Gerardo Werthein. Esto es un círculo comercial ideado hace tiempo y se están apurando en concretarlo”, expresó Jara en Radio Gráfica.

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Cuatro mil millones de dólares en tierras del corredor verde Núñez. Se pueden sumar otras setecientas hectáreas fiscales, como los predios CADeN 1 y 2, el Estadio Nacional de Beisbol; el CeNaDe, en Esteban Echeverría y las locaciones ubicadas en torno a la Pista Nacional de Remo, en Tigre. Un negocio que un gobierno inmobiliaria no se quiere perder.

(*) Conductor de Abrí la Cancha – Colectivo de Dirección de Radio Gráfica.

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