El sentimiento tigriño aflora con el conflicto bélico etíope

El misionero Ángel Olaran nos comenta con esta publicación que el sentimiento tigrillo aflora con el conflicto bélico etíope. El padre Olaran lo confirma con hechos que vivió durante los tres meses que estuvo en Addis Abeba antes de poder llegar a Wukro, desde Mekelle, la capital del Tigray. Recordemos que su llegada a la capital de Etiopía se produjo a mediados de octubre de 2021. También destaca que desde que su vuelta a Tigray solo ve ondear la bandera del Tigray, incluso en las vestimentas de los jóvenes.

Ángel Olaran escribe:

Mi estancia en Addis Abeba

Los casi 3 meses que he pasado allí, han sido suficientes para constatar el odio visceral que existe en la capital y regiones nacionales contra todo lo que esté relacionado con Tigray. El estado de emergencia –apología al terrorismo –  proclamado por el gobierno, sigue autorizando la detención de miles de tigriños,  a la vez que les han retirado todas las licencias comerciales; los han echado de sus puestos de trabajo. . . Amigos de otras etnias, de un alto nivel académico, me aseguraban que, todos los tigriños en Addis Abeba tienen fusiles en sus casas y que el momento que el ejército del Tigray entre en la capital, los tigriños saldrán de sus casas con los fusiles y, en nada de tiempo, controlarán todo. . . Como algo positivo a favor de los tigriños es que los ven con fuerza y organización para eso y más, y como me decían, algo que falta en otras regiones.

Todos los tigriños detenidos deben de estar ya fuera, sin cargo alguno contra nadie. No se habla de fusiles confiscados. Entre las religiosas detenidas, a dos se les acusaba de tener balas de fusil, por mucho que el guarda de noche confirmara que pertenecían a su fusil.

En la capital es noticia que en Tigray se obliga a los niños a ir al frente y que los niños presos no quieren volver a casa porque los van a matar – visto en la tele; que los soldados están desertando; que quien pague 16.000 birrs se libra de ir al frente; que los tigriños están divididos entre sí con fuerte oposición a la junta. . . Que los soldados tigriños matan y violaban su propia gente. Que su paso por regiones etíopes ha sido catastrófico, destruyendo hospitales, centros de salud, casas. . . Al menos, que yo sepa, nunca se les ha acusado de que hayan matado civiles ni violado a mujeres fuera de Tigray.

Los casi dos meses que llevo en Wukro confirman que Tigray es una piña: la población, TDF, compuesto principalmente de los jóvenes en el frente y el gobierno regional están unidos, algo que les da esa fuerza moral. Cinco de los menores de nuestro entorno, con 17 años se alistaron y están en el frente. Me he visto con algunos de ellos, por cuestión de pequeñas heridas – todos han vuelto al frente. Uno espera a que lo llamen y su hermano, mayor de edad, a que recupere su hombro. <Puedes leer ecos de la sociedad de Wukro que nos acerca Ángel Olaran para saber más del que ha vivido el misionero en estos dos meses>.

La región amhara está dividida: las fuerzas especiales; Fano- ejército de los jóvenes y el ejército regional; políticamente están los que apoyan al Partido de la Prosperidad -PP- el partido del PM, y los que se oponen. La región oromo con dos grupos políticos -militares opuestos- uno declarado “terrorista” que controla parte de la región, a su vez los opuestos al PP y los que apoyan al PP. . .

Este conflicto interno contribuye a que no haya unidad en los ejércitos regionales, ni en su compromiso con el federal, a lo que hay unir el ejército eritreo que también va por su cuenta. Todos ellos además del afar, contra el TDF, para quien ese desajuste en los frentes juega a su favor.

El chivo expiatorio

El TPLF, junto al ejército eritreo entró en Addis Abeba el 20 de mayo del 1991. Etiopía salía de un estado tipo feudal de emperadores y 17 años bajo el DERG después del asesinato del Emperador Haileselassie (Poder de la Trinidad). Los eritreos se independizaron y volvieron a su país. Los tigriños, junto a un partido amhara, otro oromo y un tercero de las Naciones del Sur, formaron la coalición EPRDF, con 5 miembros por cada partido.

A partir de entonces todo lo malo que ocurre en Etiopía es debido a ese diabólico programa federal de los tigriños, otorgándose el poder de controlar y dirigir la política, la economía. . .; corruptos y dictadores. Escuchando a amigos en Addis Abeba, queda claro que, desde el comienzo de esta nueva era, todo lo malo que ha ocurrido en el país, lleva el sello TPLF y lo de ahora es solo una consecuencia. Comentaban que no tienen nada contra la población tigriña, pero que, si votan a “la junta”, aunque sean engañados, hacen parte de los culpables.

El hecho de haber encontrado ese CHIVO EXPIATORIO, sobre el que echar todas las culpas, hace que el resto de la nación se halle libre de ellas. Y como en el caso de la comunidad que cargaba todas sus culpas sobre un chivo, al que se le apedreaba y enviaba al desierto para que muriera y con él todas las culpas de la comunidad, también aquí este CHIVO tiene que morir.

Es de agradecer la serenidad de la gente y de los telediarios

Banderas e idiomas

Durante los casi 30 años que estuve en Tigray, antes de mi llegada a Madrid el 30 de octubre del 2020, no recuerdo haber visto ondear en todo Tigray la bandera de la región – la gran desconocida para mí.

En el acto político del TPLF, el partido de Tigray, hacia mediados del 2020 presentando su programa para las elecciones regionales, el campo de futbol de Wukro en el que se presentó la campaña, estaba lleno de banderas de todas las regiones de Etiopía, abundando la bandera nacional. No recuerdo haber visto la de Tigray – era como si la nacional lo representara. De hecho, en las escuelas de Tigray, la nuestra incluida, solo teníamos la nacional -lo mismo si se tratara de las pequeñas individuales-.

En los funerales de personas de alguna influencia social u otra, la marcha desde la casa del difunto a la iglesia-cementerio, va precedida de dos filas de banderas, todas ellas nacionales.

En muchas de las iglesias ortodoxas de Tigray, figuran los colores nacionales en sus paredes.

Desde mi vuelta a Tigray, el 11 de enero pasado, solamente se ve ondear la regional, incluso en las vestimentas de los jóvenes.

El gobierno central ha conseguido sacar, más bien echar de Tigray la bandera nacional, tan arraigada en el corazón de sus gentes.

Lo mismo ha ocurrido con el amhárico, aceptado como idioma nacional. El himno nacional era cantado, diría que, con devoción en las escuelas y acontecimientos políticos. En las iglesias ortodoxas se predicaba en amhárico, y todo lo que en la liturgia no tiene relación con el canto en ge´ez, como ahí el gregoriano: cantos y lecturas, era en amhárico. Ya todo está traducido al tigriño.

La iglesia católica siempre ha utilizado el tigriño, especialmente en la Eucaristía y la ortodoxa utiliza ya nuestros textos. Al idioma no se le atribuía carga política ni cultural alguna. Los oromos, el grupo étnico más numeroso de Etiopía, grupo al que pertenece el primer ministro, han rechazo el amárico como idioma nacional, y han cambiado los caracteres ge´ez de la escritura de su propio idioma, el oromiña, por los del inglés, idioma comercial de Etiopía.

Aunque la gente, en un 100/100 siempre se haya comunicado en tigriña, durante toda mi estancia en Wukro, me sentía estar en Etiopía. Los propios habitantes al referirse a su región, sin excepción, siempre mencionaban: “aquí en Etiopía”. Sin por ello cuestionar su etnia, con la que se sienten muy identificados.