Justin Thomas terminó ganando un torneo que pensó que había desperdiciado, tras perder una ventaja de dos golpes con tres hoyos por jugar, para forzar una muerte súbita contra Patrick Reed —que tuvo una impresionante ronda final de siete birdies sin errores— y Xander Schauffele, quien le hizo el favor al evento al campeón, requiriendo de tres putts desde poco más de 30 pies en el hoyo final.

Para alcanzar 14 bajo par, suma final de los tres contendientes a la muerte súbita, Reed (66) consiguió tres birdies en los primeros nueve hoyos y acumuló tres consecutivos más entre los hoyos 13 y 15. Sin creer en posibilidades reales de aspirar al triunfo, disfrutó su último birdie en el hoyo 18. Presentó una tarjeta de 66 golpes, 7 bajo par.

Con siete birdies y un solo golpe en los primeros 15 hoyos, Justin Thomas (69) parecía circular apaciblemente hacia el triunfo, cuando llegó su primer bogey en el hoyo 16 y, en el famoso par 5 del 18, buscando alcanzar el green en dos golpes, aprovechando la enorme pendiente de dicho hoyo, se quedó corto en su intento y terminó en el área de castigo del lado izquierdo. Un bogey más que lo haría descender a 14 bajo par.

El líder de la tercera ronda, Xander Schauffele (70), también les hizo birdie a los hoyos 13, 14 y 15, lo que le permitió llegar al hoyo final con grandes posibilidades de triunfo. Se subió de dos golpes al par 5 del 18, pero allí se dio su debacle, requiriendo de tres putts para completar el hoyo, igualando en el total a Reed y Thomas.

Con Schauffele eliminado en el primero de desempate —par contra dos birdies—, Reed y Thomas volvieron al hoyo 18 para salir con par, y fue hasta el tercer intento, cuando un magistral approach de 118 yardas quedó a 3 pies del hoyo, consiguiendo el birdie que le dio su segundo triunfo en el espectacular campo par 73 de Kapalua. Reed pudo evitar el triunfo, pero falló su putt desde 8 pies.